Se calcula que un avión comercial es impactado por un rayo cada mil horas de vuelo. Si tomamos en cuenta que un trayecto de Ciudad de México a Tokio dura aproximadamente 14 horas, bastaría que volaras alrededor de 70 veces entre las dos ciudades para cumplir con esta probabilidad.

Aunque el hecho de que un rayo impacte un avión sea más común de lo que pensamos, es mucho menos grave de lo que suena e incluso podría ser imperceptible para ti.

Para explicar el motivo habrá que volver al pasado; en 1836 el físico Michael Faraday construyó una jaula metálica para proteger de descargas eléctricas. Cuando le aplicó un campo eléctrico, ésta funcionó como un conductor que se polarizó. Dicho campo magnético se desplazó únicamente por el exterior, mientras la carga en el interior de la jaula fue nula.

Para explicar el motivo habrá que volver al pasado; en 1836 el físico Michael Faraday construyó una jaula metálica para proteger de descargas eléctricas. Cuando le aplicó un campo eléctrico, ésta funcionó como un conductor que se polarizó. Dicho campo magnético se desplazó únicamente por el exterior, mientras la carga en el interior de la jaula fue nula.

A pesar de que los aviones no son propiamente una jaula de Faraday, se aplica el mismo principio: al impactar un rayo en alguna parte del avión, debido a sus componentes metálicos (conductores), la carga electromagnética lo recorre por el exterior, mientras que el interior (la cabina) se encuentra completamente a salvo.

Hay distintos artefactos de la vida cotidiana que funcionan de manera similar, como los automóviles, elevadores o microondas.

Pese a la poca probabilidad de daño, ante una situación como esta existen protocolos de seguridad que las aerolíneas siguen, dependiendo de la distancia al aeropuerto de despegue o aterrizaje. Además se consideran revisiones exhaustivas a la aeronave con el fin de asegurar que se encuentre en condiciones óptimas para operar.

Así que ya sabes, si te encuentras en medio de una tormenta eléctrica, lo mejor es mantener tu cinturón abrochado y disfrutar de tu viaje en el transporte más seguro del mundo.