Colaboración: Margarita Robleda Moguel

margarita_robleda@yahoo.com

Estás de estreno

En el 2021 aprendimos grandes lecciones: nos reconocimos capaces de sobrevivir

“El mundo cambia rápido, a veces tanto que no llegamos a comprenderlo. Pero es una buena oportunidad para ir cambiando junto con los demás. Para juntarnos a pensar, a hacer, sentir, dar, amar. Para rebelarnos contra lo injusto, para ser un poco más libres, para ganar más consideración por los demás, para respetar y ser más inclusivos, más solidarios, para abrir la cabeza y pensar distinto. Mirá cuántas cosas podemos hacer juntos”.

En la voz del uruguayo, el mirá tiene acento, pero sigue significando lo mismo. Toca mirar y despertar, aprovechar la invitación que nos hace el Año Nuevo de un “borrón y cuenta nueva”, de reinicio y reinventarnos; de perdonar al otro, a la vida, a nosotros mismos; de mirar con ojos nuevos lo que hay a nuestro alrededor, comenzando con agradecer el estar vivos; porque del 2020, que nos azotó con furia, nos crecimos y, en el 2021, aprendimos grandes lecciones: nos reconocimos capaces de sobrevivir, de enfrentar miedos y retos que nunca imaginamos vencer, experiencias que nos traen a este 2022, a pesar de las noticias de mutaciones del bicho, con mucha más esperanza que en el comienzo del anterior. No hay que bajar la guardia.

En días pasados, las plataformas saturaron nuestras capacidades de ver algo del mega menú que ofrecen. Las películas de Navidad se multiplicaron como las tienditas que surgen en cada esquina.

Por eso fue una sorpresa la sátira: No miren arriba, donde la negación ante los datos científicos y la frívola respuesta de parte de las autoridades, empresarios y público sobre la cercanía de un meteorito que atropellaría la Tierra es verdaderamente impactante.

Excelente metáfora para invitarnos a reflexionar. ¿Cuántos otros temas nos negamos a escuchar para no tener que dar una respuesta, a pesar de las consecuencias que ya estamos padeciendo? ¿La salud? ¿El cambio climático? ¿Invertir en educación? ¿El hambre en el mundo? ¿El manejo de la basura? ¿La violencia contra las mujeres? ¿De qué alimentamos la mente y el corazón de los niños? ¿La urgencia de ser entretenidos, que nos roba la capacidad de concentrarnos, leer, estudiar, analizar, comunicarnos, participar en la solución de los retos?

“No, oigo, no oigo, soy de palo, tengo orejas de pescado” jugábamos de niños y optamos por continuar en esa tesitura. Si estrenamos el 2022 con pasión y compasión, seguro que vendrá como consecuencia la esperanza y la alegría.

Si cada uno hace bien lo que le toca hacer y reconocemos que juntos lo hacemos mejor, si retomamos la costumbre de los abuelos de “hoy por ti, mañana por mí”, y nos abocamos a participar en rescatar nuestra agua, aire, naturaleza, raíces culturales, esencia humana… algo tiene que cambiar. ¡No podemos continuar por el mismo camino! ¡Ándale, vamos! ¡Estamos de estreno!

margarita_robleda@yahoo.com