Fuente:  https://www.bbc.com/mundo/noticias-55855962?at_campaign=64&at_custom2=facebook_page&at_custom4=873CFDD0-6246-11EB-891C-61EB923C408C&at_custom3=BBC+News+Mundo&at_custom1=%5Bpost+type%5D&at_medium=custom7

Comenzaron con las primeras luces del día. Los más fuertes de la guardia del rey, con los músculos tensos y las ásperas cuerdas rozándoles, arrastraron el pesado barco de roble desde el río hasta la orilla.

Y luego, con el sol naciente quemando lentamente la fría niebla de la mañana, levantaron la embarcación sobre la llanura, hasta el pie de la colina.

La multitud que se encontraba en la ladera observó en silencio cómo se acercaban a la cima y de ahí al cementerio reservado a los descendientes reales del dios tuerto.

Cuando se introdujo el navío en la zanja preparada para tal fin, depositaron el ajuar funerario en la cámara sepulcral.