En la historia reciente de Yucatán, Rolando Zapata Bello y Mauricio Vila Dosal son los gobernadores que más han endeudado al Estado, cuyo monto total ascendió a nueve mil 300 millones de pesos, de los cuales, el 76 por ciento fue adquirido por ambos, en tan sólo una década.
Actualmente, el déficit asciende a 7.5 mil millones de pesos, cifra que se vuelve impagable, debido al interés bancario, por lo que el futuro gobernador tendrá problemas de liquidez durante su administración.
Incluso, con la actual administración, Yucatán es una de las entidades con mayor incremento en comparación con el último año de la anterior administración estatal.
De acuerdo con el informe publicado en el Diario Oficial del Gobierno del Estado de Yucatán por la Secretaría de Administración y Finanzas, al 31 de diciembre de 2023 se tiene una deuda pública total de siete mil 524 millones 400 mil pesos.
La deuda pública en Yucatán es con tres instituciones bancarias: un crédito con el Banco Nacional de México (Banxico) por dos mil 524.3 millones de pesos; con el Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos (Banobras) se tiene cuatro créditos vigentes por un total de tres mil 577.6 millones de pesos, además de un crédito con BBVA por mil 729.4,
En cinco administraciones, Vila Dosal es el que más ha endeudado a los yucatecos, pues al concluir el sexenio de Víctor Cervera Pacheco, el monto era de 791 millones de pesos, con Patricio Patrón Laviada, la cifra fue de 311 millones.
Sin embargo, la problemática se disparó en la administración de Ivonne Ortega Pacheco, al solicitar empréstitos por cerca de dos mil millones de pesos.
Al concluir 2012, Yucatán tenía una deuda pública de dos mil 256 millones de pesos, con aumento de siete veces más en comparación con la anterior administración.
Debido a la ambición de Zapata Bello, la cuenta creció en 74.07 por ciento, pues junto con su antecesora, numerosos y diversos los elefantes blancos y obras fantasmas que legaron a los yucatecos.
Por ende, al concluir 2018, el endeudamiento del Estado era ya era de tres mil 927 millones de pesos.
Actualmente, con Vila Dosal el monto se duplicó hasta llegar a nueve mil 300 millones de pesos, pues durante Covid-19 solicitó dos empréstitos, supuestamente para amortiguar el impacto de la pandemia, pero no se reflejó en la economía local.
El próximo 2 de junio, en nueve entidades hay cambio de gobernante, pero sólo en cuatro de ellas hubo una reducción en su deuda, tal el caso de Chiapas, Morelos, Puebla y Veracruz, mientras que en la Ciudad de México, Tabasco y Guanajuato, el nivel de afectación se mantuvo en el mismo porcentaje.
Pero en Jalisco y Yucatán aumentó el endeudamiento, la primera entidad pasó del 58.1 al 62.9 por ciento.
Mientras que en Yucatán, la diferencia también fue notable, al pasar del 32.1 al 43.7 porcentual, en tan sólo seis años.
Es decir, el monto del préstamo solicitado por Zapata Bello y Vila Dosal es la astronómica cifra de siete mil 44 millones de pesos.
De acuerdo con la SAF, para atender las amortizaciones de la deuda de largo plazo, el Gobierno del Estado efectuó erogaciones durante 2023 por 82.2 millones de pesos acorde al calendario de amortización pactado y 940.3 millones de pesos por concepto de intereses y gastos de la deuda.