PROGÉNERO UADY es orador huésped en el 108 aniversario del Primer Congreso Feminista  

Mérida, Yucatán, 17 de enero de 2024.- “El camino ha comenzado y lo vamos recorriendo; las mujeres de ayer sentaron las bases para una mejor vida de las mujeres de hoy, contribuyamos para que las mujeres del mañana vivan en igualdad de género”, enfatizó Leticia Paredes Guerrero, responsable del Programa Institucional de Igualdad de Género de la Universidad Autónoma de Yucatán (PROGÉNERO-UADY).

Al participar como Oradora Huésped en la sesión solemne del Ayuntamiento de Mérida para conmemorar el 108 aniversario del Primer Congreso Feminista de México en Yucatán, precisó que el ideal de las mujeres que formaron parte de ese primer ejercicio sobre sus derechos aún ronda en la actualidad, principalmente en un panorama donde las agencias internacionales señalan que falta más de un siglo para alcanzar la igualdad.

Ante ello, definió que la sociedad tiene dos caminos: “dejarnos llevar por la inercia que las demás mujeres trabajen porque se cierre la brecha de género poco a poco o propiciar las condiciones y acciones para acelerar dicho cierre porque es problema de todas, todos y todes”.

Ante el alcalde de Mérida, Alejandro Ruz Castro, la responsable de PROGÉNERO recordó que, en 1916, durante tres días, las mujeres participantes discutieron sobre los medios para liberar a las mujeres del yugo de las tradiciones, las artes y ocupaciones en las que se debían preparar, las funciones públicas que podían y debían desempeñar, así como el papel de la escuela primaria en la reivindicación femenina.

Entre los temas con más opiniones divididas, precisó, fue el educativo porque mientras algunas señalaban que las mujeres debían tener un oficio y profesión para bastarse por sí mismas, otras como Francisca Ortiz pensaban que esto no era necesario ya que consideraban que “el conocimiento enciclopédico es una valla para la felicidad”.

“Estas posturas diferenciadas reflejan una realidad de la sociedad de principios del Siglo XX, sin embargo, podemos decir que no son exclusivas del siglo pasado, pues en la actualidad, mientras que por un lado se requieren romper prejuicios, roles y relaciones de poder desigual de género, por otro, estos aún persisten en la sociedad y se expresa en la cultura, estructuras sociales, económicas, políticas y educativas”, indicó.

Añadió que esta última materia es uno de los ámbitos donde se visibiliza más la desigualdad. En el caso de Yucatán, detalló que durante 2023 la población matriculada de nivel inicial a superior fue de 615 mil 958, siendo el 49.8 por ciento mujeres, de las cuales, el 50.7 por ciento estaban en nivel medio superior y el 52.4 por ciento en nivel superior.

Esta tendencia fue notable en la UADY, continuó, del total de estudiantes de ambos niveles el 51.3 por ciento fueron mujeres y la mayoría de ellas se encuentran en las áreas de Ciencias Sociales, Humanidades, Artes, Administración y Salud, “áreas que no cuestionan los roles de género”.

En licenciaturas relacionadas con las ciencias, matemáticas, ingenierías y tecnologías, predomina la presencia de los hombres, porque aún son áreas que se considera, transgreden los roles de género.

Respecto al ámbito político, Paredes Guerrero explicó en 2014 se realizaron las modificaciones pertinentes en el Constitución del Estado para integrar el principio de paridad de género en los nombramientos de los titulares de las secretarías de despacho, en la integración de los Congresos y Ayuntamientos, entre otros.

“La puesta en marcha del principio de paridad ha permitido que las mujeres accedan en términos numéricos a puestos de tomas de decisiones, lo que representa un gran avance con relación a lo planteado en 1916, sin embargo, aún falta camino por recorrer para que en diversos ámbitos de la política la paridad se convierta en una igualdad sustantiva”, recalcó.

Antes de finalizar, la también doctora en Conocimientos y Cultura en América Latina invitó nuevamente a la sociedad a reflexionar sobre el camino que quieran elegir: dejarse llevar por la inercia o propiciar las condiciones y acciones para acelerar el cierre de brechas.