Colaboración: Maestra Jessica Saiden Quiroz.

México le gana a la inflación mundial

Esta semana diversos medios de comunicación reportaron en sus bloques internacionales la noticia de cómo es que nuestros vecinos latinoamericanos de la Argentina están teniendo una implacable inflación del 102.5%, máximo histórico desde hace 31 años cuando sufrieron una fuerte crisis económica en un evento cataclísmico para ese país.

México, por otro lado, según los informes del Banco Central (Banxico), se ha congraciado con tres quincenas consecutivas a la baja en el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC), indicador que mide la inflación, alcanzando un valor actual de 7.6% resultado de las políticas públicas del gobierno federal que están teniendo un efecto positivo en la economía nacional.

La inflación es una enfermedad mortal para cualquier país, siendo por definición el aumento constante y generalizado en los precios de los bienes y servicios. En teoría económica, se presenta cuando a las empresas les cuesta más producir o cuando la gente demanda más productos de lo que las empresas pueden ofrecer.

Los últimos 3 años fueron semilleros para el panorama inflacionario que hoy golpea al planeta.

Recordemos el año más oscuro de este siglo, el 2020, cuando aquel marzo se declaró la pandemia del COVID-19 que no solo fue una némesis para la salud mundial, sino que desde la postura macroeconómica dejó un “cuello de botella” sobre las cadenas productivas internacionales consecuencia del estancamiento casi en su totalidad de las actividades primarias, tales como la minería, agricultura y pesca, entre otras.

En ese sentido, los trabajadores que se encargaban de explotar las materias primas fueron confinados a la cuarentena para evitar ser contagiados por el coronavirus lo que ocasionó una disminución en la oferta de productos como el maíz, metales, madera, cereales, etc. Fue debido a la escasez de estos productos primarios, que las empresas demandaban más de ellos, ergo el precio de los materiales comenzó a subir desde la adquisición con sus proveedores hasta al cliente final mismo.

De la misma manera, por consecuencia del aislamiento sanitario, los puertos de cabotaje fueron parados, por lo que las importaciones y exportaciones se congelaron, generando aún más la privación en el flujo de las líneas de producción aunado a una gran demanda global que finalmente se convirtió en el alza de los precios.

Para el año 2022, cuando ya se tuvo una gran cobertura mundial en la distribución de las vacunas, la economía comenzó a reactivarse paulatinamente. Sin embargo, para el 24 de febrero de ese año, el presidente ruso Vladímir Putin inicia una guerra sin tregua contra Ucrania. Catalogada como una ofensa para la humanidad por los países miembros de la Organización Mundial de la Naciones Unidas (ONU), y en apoyo a los ucranianos se levantan severos bloqueos económicos a Rusia desde distintas soberanías.

La guerra hasta hoy vigente entre estas dos economías emergentes, exportadoras de petróleo, granos y silicio, tres importantes materias primas en la actualidad, ha generado como consecuencia un nuevo golpe a la economía global que se traduce en inflación elevada y probablemente culmine en una crisis económica mundial para finales de este año 2023, según analistas del periódico “Financial Times”.

Bajo este contexto, la política monetaria y fiscal en el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador ha sido determinante en temas inflacionarios. En información de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), durante el último año México tuvo un indicador inflacionario del 8%, estando muy por debajo de otros países como Estados Unidos con 9%, o la Unión europea con 10%. Y a pesar de que algunos productos elementales han subido precio por el inevitable nexo con el contexto global de la actualidad, tales como el huevo, la tortilla o la gasolina; hoy sin duda el país se encuentra blindado contra una posible recesión internacional futura, asegurando que los daños sean mínimos y salvaguardando el bienestar de todos los mexicanos.