• Ómicron e inflación dan jaque mate a derechos sociales fundamentales como son salud y alimentación a 6 de cada 10 hogares mexicanos.
  • La reactivación económica se tambalea en Europa, Australia y África vuelven a las restricciones y confinamientos. 
  • 2 de cada 10 mexicanos viven con Hambre al verse obligados a saltar comidas y a no comer durante 24 horas o más a la semana por falta de recursos. 
  • 30 millones de mexicanos no tienen para una alimentación de calidad; cancelan alimentos y sacrifican otros gastos en salud, educación y movilidad.

  CDMX a 27 de diciembre del 2021. A la hora de escribir estas líneas, la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (ANPEC) es sensible a la celebración de estas fechas. Por lo que, quisiera poder desear un Feliz y Próspero Año 2022 a todos los mexicanos, literalmente; sin embargo, la realidad no nos lo permite, nos derrota nuevamente y termina por imponerse. La nueva cepa de Covid: Ómicron está azotando con toda su fuerza a Europa, Australia, África, EU, obligando a tomar de nueva cuenta restricciones respecto a la movilidad social. Se reconozca o no, esto echará por la borda la reactivación económica ganada. Se entienda o no, el virus de Covid “es una enfermedad pandémica”, pone en vilo la salud de la humanidad, afectando al mundo entero y, en ese mundo se encuentra México, no en Marte.

Más de 4 millones de personas se sumaron a las filas de la pobreza y pobreza extrema, al no alcanzarles para comprar víveres y pagar servicios. La pandemia está empobreciendo aún más a los mexicanos al comprometer sus derechos sociales, salud, seguridad social, educación, pero sobretodo su alimentación. Covid está empobreciendo la alimentación de la mayoría de la población, basta con recordar los 30 millones de mexicanos no tienen para una alimentación de calidad; 2 de cada 10 viven con Hambre (inseguridad alimentaria severa).

“Para todo fin práctico, hemos perdido 2 años de nuestras vidas por esta pandemia, 4 millones de enfermos, 600 mil decesos y contando, pareciera que no hemos aprendido nada de lo sufrido por esta crisis. Ómicron ya mostró sus fauces en nuestro país y amenaza con un contrataque más virulento que las olas anteriores y no estamos haciendo nada para defendernos, vamos a la buena de Dios, bajo supuestos: “que las vacunas funcionen”; “que, sea contagioso, pero no letal”; puros supuestos, nada fehaciente. Todo esto, por un pobre y falso escrúpulo de temor a la autocrítica, a un cambio de estrategia y responsables, ya que, de hacerlo, se perdería popularidad. En estos momentos se exige realizar este golpe de timón para redoblar la batalla contra Covid de manera efectiva.” Comentó Cuauhtémoc Rivera, presidente de la ANPEC.

Se ha insistido en que se impuso el interés económico por sobre el de la salud pública, pero no, el que se impuso fue el interés político.  Inaudita condición la que nos toca vivir en el peor de los momentos. La pandemia de Covid está generando inseguridad alimentaria en la población.  A más de la mitad de los hogares no les alcanza para adquirir los alimentos de la canasta básica, sacrifican calidad, variedad y cantidad en su consumo por insolvencia.

“Hambre es el corolario de esta pesadilla, no podía ser peor. La pandemia está llevando a millones de mexicanos a vivir con Hambre, obligados a saltar comidas o de plano no comer nada durante un día o más a la semana.” Agregó Rivera.

La Encuesta Nacional de Salud Pública y Nutrición 2020 (INSP) revela que la población de los estratos socioeconómicos más bajos, los más pobres son los que están batallando más para lograr alimentarse, ya que, son los que perdieron más ingresos y son los que gastan más en su alimentación.

La incertidumbre alimentaria empieza cuando no alcanza para comprar los alimentos necesarios y se cancelan otros gastos para conseguirlo, cuando no se come 3 veces al día y toca fondo cuando por más de 24 horas no se prueba bocado alguno.

En México las personas comen lo que les alcanza, su relación con la comida se determina por el dinero. Ómicron e inflación dan jaque mate a los derechos sociales fundamentales, pero principalmente al de tener una alimentación de calidad.

Ómicron e Inflación y, para colmo de males; la llamada “Actualización del IEPS a gasolinas, diesel, bebidas saborizadas y cigarros al doble de lo que se cobra actualmente, 7.36% “no es otra cosa que la inflacion de la inflacion y representa el banderazo de salida a la cuesta de enero que en 2022 se prevé se prolongue hasta el mes de junio. Con esto, los consumidores mexicanos estamos condenados a vivir un verdadero “calvario inflacionario”. Este entorno está dando jaque mate a los derechos sociales fundamentales, pero principalmente al de tener una alimentación de calidad.

La salud pública nacional se ve vulnerada por la pandemia, provocando inflación, convirtiéndose en un círculo vicioso de perder perder; por un lado, el Covid nos enferma y por el otro nos mata de hambre. El Hambre no tiene Gobierno.

 

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