La emblemática obra conectará a la ciudad con la zona hotelera, contará con tecnología inteligente y será un modelo de sustentabilidad ambiental.
La construcción del Puente Vehicular Nichupté, que conectará a Cancún con su zona hotelera, registra un avance del 77.8%, informaron autoridades de la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT) durante un recorrido encabezado por el titular de la dependencia, Jesús Antonio Esteva Medina, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo y la gobernadora de Quintana Roo, Mara Lezama Espinosa.
La magna obra tendrá una longitud total de 11.2 kilómetros: un puente de 8.8 km, un arco metálico de 103 metros, y dos entronques de 2.4 km que conectarán con el Boulevard Luis Donaldo Colosio y el Boulevard Kukulcán. Además, contará con ciclovía, andadores peatonales, paraderos y un moderno sistema de iluminación.
Con una sección transversal de 14.9 metros de ancho, permitirá el tránsito de tres carriles —uno por sentido y uno reversible— ajustables a la demanda vehicular, ofreciendo así una solución a la congestión de tráfico que enfrenta la ciudad, especialmente en temporadas de alta afluencia turística.
El Puente Nichupté incorporará un Sistema Inteligente de Transporte (ITS) enlazado a un Centro de Comando, Control, Comunicaciones y Cómputo (C4), lo que proporcionará mayor seguridad para residentes y visitantes, especialmente ante fenómenos naturales extremos.
Este proyecto también destaca por su compromiso ambiental: se acompaña del programa de restauración ecológica más grande de la SICT, con la reforestación de 306 hectáreas de mangle en la Laguna de Nichupté, protegiendo uno de los ecosistemas más importantes de la región.
La nueva vía no solo mejorará la conectividad para los 1.3 millones de habitantes de Cancún, sino que también facilitará la movilidad de los 20 millones de turistas que visitan anualmente el destino, reduciendo hasta en 45 minutos los tiempos de traslado hacia la zona hotelera. Asimismo, servirá como ruta alterna de evacuación ante cualquier emergencia o desastre natural.
La obra se prevé que concluya en el segundo semestre de 2025, consolidándose como uno de los proyectos de infraestructura más importantes de la administración actual.
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