Con una ceremonia ancestral maya, la productora de miel melipona Anselma Chalé Euan, de la localidad Xcunyá en Mérida, inauguró este viernes 13 de diciembre, la “Feria del Productor Agropecuario Yucateco 2024” en instalaciones de la Oficina de Representación en la Entidad Federativa Yucatán, ubicada en la colonia Díaz Ordáz.
La también llamada Secretaría de Agricultura encabezó con mucho esmero este evento, acompañada del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP), el Colegio de Posgraduados (COLPOS), y Liconsa, en la misión de vincular directamente la producción local agroalimentaria, a los consumidores, sin intermediarios y a precios accesibles, con la finalidad de promover la sustentabilidad, la diversidad y el consumo de productos locales.
El espacio ofreció oportunidad comercial a cerca de 100 productoras y productores de alrededor de 25 municipios del interior del Estado, entre ellos: Cansahcab, Chemax, Espita, Hoctún, Izamal, Maní, Maxcanú, Opichén, Sinanché, Temozón, Timucuy, Tixkokob, Umán y Yaxcabá.
Además, amenizaron el ambiente y conquistaron las miradas del público, mujeres y hombres jaraneros del “Ballet Folklórico de Motul”.
Los visitantes aprovecharon el conocimiento de los expertos del campo, en los talleres de “Alternativas alimenticias elaboradas con soya”, “Elaboración de jabones a base de miel” y un caprinocultor entusiasta del municipio de Cansahcab, MVZ Armin Ayaña Burgos, dio una demostración de la crianza artificial de cabritos a base del amamantamiento con biberones, que causó gran expectación entre los visitantes.
En la encomienda del gobierno federal, mediante este tipo de actividades, atendemos parte de las estrategias que se encaminan a la condición de bienestar de nuestros pequeños y medianos productores, al fomentar la comercialización de sus productos.
Más de mil visitantes recorrieron los stands que ofrecieron entre otros productos: hortalizas, miel, leche, quesos, yogurt, mermeladas, carne ahumada, huevo orgánico, frutas maduras y deshidratadas, botanas regionales, subproductos de miel, cosméticos naturales, variedades de artesanías textiles como bolsas, hamacas, blusas tejidas, carpetas y paquetes agro-turísticos. Se estima que se obtuvo una derrama económica de medio millón de pesos.
Sin duda el espíritu de la feria es la colaboración de diferentes protagonistas como son los consumidores, productores y oferentes de servicios agropecuarios, para lograr la prosperidad mutua de los intereses, por un lado la oportunidad invaluable de fomentar la exposición de los productos del campo, inducir un canal de comercialización que propicie el bienestar de sus negocios, familias y municipios, y por el otro, atender la misión y razón de ser de la dependencia que es servir a las productoras y productores de
nuestro Estado, impulsando el desarrollo de sus actividades comerciales para fomentar el bienestar rural con un impacto positivo en la sociedad.
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