Domingo 20 de abril de 2025.-El vicepresidente de la Mesa Directiva del Senado, Jorge Carlos Ramírez Marín, planteó la necesidad de incluir a las comunidades cercanas a las zonas arqueológicas de Yucatán en la estrategia turística del estado, con el fin de dinamizar la economía local a través del aprovechamiento de sus usos y costumbres.
Durante una declaración reciente, el legislador destacó que en Yucatán existen más de dos mil sitios prehispánicos registrados en el Atlas Arqueológico, pero sólo 17 están abiertos al público, distribuidos en 11 municipios. Entre ellos figuran Mérida, Izamal, Tinum, Santa Elena, Tekax y Tixkokob.
Ramírez Marín subrayó que los visitantes del turismo arqueológico no solo están interesados en los vestigios mayas, sino también en las tradiciones, gastronomía y artesanías de las comunidades cercanas. “El caso de Chichén Itzá es un claro ejemplo: los paquetes turísticos no incluyen la comisaría de Pisté, lo que priva a los paseantes de una experiencia cultural más completa y a los habitantes de oportunidades económicas”, puntualizó.
Además, mencionó que la falta de vinculación entre las zonas arqueológicas y sus comunidades vecinas limita el desarrollo de empleos en las regiones rurales. Por ello, propuso desarrollar estrategias que integren la oferta cultural y turística de estas poblaciones.
De acuerdo con cifras del INAH, en el primer trimestre de 2025, las zonas arqueológicas de Yucatán recibieron más de 848 mil visitantes. Sin embargo, varias permanecen cerradas: las Grutas de Loltún, desde marzo de 2020, por presencia de un hongo tóxico, y Mayapán, desde noviembre de 2023, por un conflicto agrario en Telchaquillo.
Ramírez Marín concluyó que el turismo debe ser un motor que impulse no solo a los grandes sitios arqueológicos, sino también a las comunidades que los rodean, fomentando así una economía más equitativa y sustentable en el estado.
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