Ante la urgencia de reducir la huella de carbono y mitigar los efectos del cambio climático, el gas natural vehicular (GNV) se ha consolidado como una alternativa viable, económica y sostenible para el sector autotransporte. Su composición basada en metano lo convierte en un combustible más limpio en comparación con la gasolina y el diésel, permitiendo una reducción significativa de emisiones contaminantes.
Crecimiento y Beneficios Económicos
El uso del GNV ha mostrado un crecimiento constante, impulsado por empresas de transporte, flotas privadas y públicas. Los beneficios económicos son notables, con ahorros de hasta un 40% en costos de combustible. Además, su adopción está respaldada por incentivos gubernamentales y el impulso hacia la transición energética, promovido por la Asociación Mexicana de Gas Natural (AMGN).
Según la Prospectiva 2023-2037 de la Secretaría de Energía (SENER), publicada en 2024, el consumo de gas natural vehicular en el sector representa menos del 1% de la demanda nacional de gas natural, lo que evidencia una gran oportunidad de crecimiento. Se estima que su uso puede reducir al menos un 25% de las emisiones contaminantes, con descensos del 35% en óxidos de nitrógeno, 40% en dióxido de carbono, 75% en monóxido de carbono y hasta 90% en material particulado (PM10).
Expansión del GNV en México
La infraestructura para el suministro de GNV está en constante expansión, con un incremento en el número de estaciones de servicio, conversiones de vehículos y producción de unidades diseñadas para emplear este combustible. Actualmente, México cuenta con 70 mil vehículos a gas natural, lo que representa el 0.01% del parque vehicular, y 109 estaciones de servicio en 19 estados del país.
El uso del GNV no solo beneficia al medio ambiente, sino que también mejora la eficiencia del transporte y reduce costos operativos. La conversión de vehículos a gas natural es un proceso accesible y rápido, ofreciendo una opción segura y económica frente al robo de combustibles líquidos. Además, un litro equivalente de GNV rinde en proporción 1:1 en comparación con la gasolina regular, permitiendo una mayor eficiencia y control de consumo.
Un Combustible de Transición
Si bien existen otras opciones tecnológicas para reducir las emisiones del sector transporte, el GNV se posiciona como la solución más accesible para el transporte masivo de pasajeros y de carga. Su uso permite una transición gradual hacia nuevas tecnologías, como la movilidad eléctrica, cuya adopción aún enfrenta retos como los altos costos de propiedad, adquisición de unidades y sustitución de baterías.
México, con amplias reservas de gas natural y precios accesibles a nivel global, tiene la oportunidad de aprovechar este recurso para reducir la contaminación y generar ahorros significativos en el sector. Sin embargo, es necesario acelerar los tiempos de trámites y permisos, integrar el GNV en las estrategias de movilidad y desarrollar políticas públicas que fomenten su uso.
El gas natural vehicular se consolida así como una opción sustentable, rentable y de corto plazo, que puede transformar el panorama energético del autotransporte en México y contribuir a un futuro más limpio y eficiente.
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