Visión Electoral

Colaboración; Hidalgo Victoria

Las reglas electorales en México han respondido a desconfianzas históricas pero que han generado una sobreregulación que en ocasiones se vuelve ineficaz u obsoleta, o que simplemente la realidad la va sobrepasando.

Como en el juego de “encantados”, donde cuando una persona del grupo contrario alcanzaba a tocarte, tenías que quedarte quieto, sin moverte, hasta que alguien más te tocara y te “desencantara”.

Así pareciera ser la intención de nuestras reglas que fijan los tiempos para las precampañas, luego frenan toda acción proselitista, hasta dos o tres meses después cuando pueden volver a moverse, hasta que los encanten de nuevo, 3 días antes de la jornada electoral.

Como decirle a un político que se congele y no haga política, luego que la haga un mes o mes y medio y luego se frene de nuevo dos meses y luego tres meses se vuelva a mover y se frene abruptamente 3 días antes del día de la elección. Se pretendía cuando se legislo eso, que se frenaran los actos anticipados de campaña, y ahora de precampaña.

Podemos ver como a nivel nacional prácticamente todas las figuras de los distintos partidos que aspiran a ser candidatos realizan actividades, reuniones, con sus simpatizantes, cuidando no caer en la definición de llamado al voto, para no ser sancionados. Estamos prácticamente a un año del 2 de junio de 2024 cuando elegiremos a quien ocupará la silla presidencial, la gubernatura y las 106 presidencias municipales.

¿Cómo se ve la fotografía de los principales actores de los distintos políticos en este momento?

Muy ilustrativas son dos encuestas publicadas por el periódico El Universal, hace dos días, y la otra por el periódico Reforma el día de hoy, en la que coinciden en sus números que reflejan lo siguiente:

Morena es el partido con la mejor opinión ciudadana con el 53% de opinión Muy buena y buena, muy por arriba de Movimiento Ciudadano que alcanza 23% en el mismo rubro, seguido del PAN con 18% y el Partido del Trabajo con 17%, el PVEM con 15% y el PRI con 13%.

Cuando realiza los careos entre las principales figuras aspirantes de cada aprtido político con cualquiera de las corcholatas que ponga, ganaría Morena con un rango de entre 30 al 40%, según postule a Adán Augusto López, Marcelo Ebrard o Claudia Sheinbaum; mientras que la coalición PAN/PRI/PRD  se alterna el segundo o el tercer lugar con Movimiento Ciudadano, obteniendo un rango entre el 17% y el 20% según postulen a Beatriz Paredes, Santiago Creel o Lilly Téllez, y Movimiento Ciudadano con un rango entre 17 y 26% según contra quien compita Luis Donaldo Colosio.

Morena con quien decida postular estaría ganando la elección presidencial según esta encuesta publicada hoy por el Periódico Reforma, sí, leyó usted bien, el periódico Reforma.

Llama la atención también, además de una encuesta con resultados muy similares publicada hace dos días por El Universal que, en su primera plana del día de hoy, encabeza sus 8 columnas con la leyenda “Oposición, entre pleitos internos y ocurrencias”, señalando que la llamada Alianza por México lleva cinco años analizando los métodos, estrategias y ni siquiera tiene claro como elegirá a su candidato presidencial.

Es importante que además de la personalidad de cada uno de los aspirantes, conozcamos su trayectoria, su experiencia, sus postulados y su desempeño en los cargos que hubiera ocupado.

En el ámbito local, la nota de estos últimos días ha sido la asunción del Diputado Gaspar Quintal Parra, como presidente del Comité Ejecutivo Estatal del Partido Revolucionario Institucional, a quien felicitamos en su nuevo encargo. El fortalecimiento del sistema de partidos políticos contribuye a una mejor democracia.

Hay estudios que señalan que un porcentaje significativo de ciudadanos decide su voto la última semana previa a la elección, incluyendo a muchos que el propio día de la elección juegan al melate electoral.

A un año, tenemos todo el tiempo para poder conocer, informarnos, analizar, comparar a quien será merecedor o merecedora del activo político más grande con el que cuenta cada ciudadano, el voto. Y ese voto vale, y cuesta mucho más que el dinero con el que algunos políticos rupestres (sí, todavía tiene vigencia el concepto) pretenderán comprar la voluntad ciudadana.

Pensemos, revisemos, analicemos por un mejor país, un mejor estado, municipio, pero sobre todo en nuestra familia y las próximas generaciones.