• La canasta PACIC de 24 productos pasó de costar en mayo de 2022 $953.80 a $1,542.50 en marzo de este año, encareciéndose un 61.72%.
  • Los productos de la canasta PACIC que más elevaron su precio de mayo del 2022 a marzo del 2023 son: pollo entero, chile jalapeño, huevo blanco, manzana, papa y en el último trimestre cebolla y limón.
  • Solo a través de la corresponsabilidad social y de una ética de consumo responsable lograremos contener y vencer a la inflación y la carestía en nuestro país.

Ciudad de México a 10 de abril de 2023.- La Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (ANPEC) señala que cabe recordar que el Gobierno Federal lanzó un paquete de medidas contra la inflación y la carestía el 4 de mayo de 2022, al cual se suscribieron las principales cámaras empresariales, diversas compañías productoras y cadenas comerciales de autoservicio, donde todos se comprometieron a impulsar esta estrategia antiinflacionaria a fin de garantizar el consumo esencial al 60 % de la población que se ve en dificultades para lograr adquirir o comprar esta canasta básica. El objetivo fue uno: detener la tendencia al alza de los precios de estos productos básicos.

Este programa, PACIC inicial, se proyectó a seis meses y el 3 de octubre de 2022 volvió a ser lanzado ante los marginales y nulos resultados obtenidos. A tres meses del PACIC II, ya en enero del 2023, por vía administrativa, fue nuevamente lanzado con un decreto a un año de duración, hasta diciembre de 2023, sumando 100 productos más a la canasta PACIC, diluyendo de alguna manera su carácter esencial y restando el punch político con el que fue anunciado inicialmente. De esta manera, el PACIC empezó a ensombrecer su derrotero.

La canasta PACIC, integrada por 24 productos esenciales (aceite de canola de maíz, arroz, atún, azúcar morena, carne de res, carne de cerdo, cebolla, chile jalapeño, frijol, huevo blanco, jabón de tocador,  jitomate, leche, limón, manzana, pan de caja, papa,  pasta para sopa, papel higiénico, pollo, sardina, plátano, tortilla y  zanahoria), en mayo de 2022, tenía un costo promedio de $953.80; seis meses después, en octubre del 2022, alcanzó un  costo promedio de $1018.33, es decir, $64.53 más caro, 6.7% de incremento; para enero de 2023 pasó a costar $1,100.08, $81.75 más cara, incrementó 8.03% su precio.

En enero de 2023 fue lanzado el PACIC III a través de un decreto anunciado por la Secretaría de Economía, restando toda estelaridad al programa, añadiendo 100 productos más a la canasta PACIC, perdiendo así su carácter esencial.

“Si no consiguió atemperar los precios de 24 productos, ¿cómo lograrlo entonces con 100 productos más?  Con esto, el PACIC pierde el foco y diluye su compromiso, optando por un manejo administrativo del programa, despersonalizándolo como política pública de nuevo cuño con el que fue lanzado originalmente”, comentó Cuauhtémoc Rivera, presidente de ANPEC.

La canasta PACIC de 24 productos, que en enero de este año costó $1,100.08, pasó a costar en marzo $1,542.50, se encareció $442.42, un 40.22%. Así la canasta PACIC de 24 productos en mayo de 2022 costaba $953.80 y en marzo de este año pasó a costar $1,542.50, encareciéndose un 61.72%, virtualmente a un año de su lanzamiento el PACIC no ha conseguido contener o vencer a la carestía y la inflación en México. Los productos de la canasta PACIC que más elevaron de precio de mayo 2022 a marzo 2023 son: pollo entero 198.4%, chile jalapeño 132.7%, huevo blanco 114.2%, manzana 103.3%, papa 96.4% y en el último trimestre la cebolla con 111.3%, y limón con 92.8%.

ANPEC se dio a la tarea desde hace unos años atrás de registrar el comportamiento de los precios de los productos esenciales de la canasta básica para establecer la variación de precios e incrementos que minan el poder de compra de las familias y que cotidianamente estresan a las amas de casa en su afán de llevar el alimento a sus hogares. A la distancia, nos da gusto reconocer que son cada vez más las voces, organismos y medios de comunicación que dan cuenta e informan del estado que guarda la microeconomía, el consumo popular de lo esencial, el consumo local de la ciudadanía de a pie, el que nos iguala a todos, ya que debemos comer para mantenernos en pie y ser productivos, otro dolor de cabeza es el pago de los servicios básicos del hogar: luz, gas, agua, predial, telefonía, plan de datos y transporte. Estos gastos son los que nos interesa cubrir a la mayoría de los hogares, esto mueve a la gente, sus necesidades mínimas, y es hacia donde ANPEC dirige su mirada y reporta periódicamente el estado del arte de la realidad del mercado de última milla, el calor de las calles.

“Nos congratulamos de que el gobierno se preocupe y ocupe de combatir la inflación y la carestía en coordinación con los principales países de América Latina para concretar apoyos a favor del control inflacionario, ya que este flagelo no es exclusivo de México, lo padece el mundo entero; sin embargo, tenemos que poner el dedo en la llaga y señalar que el PACIC no ha resultado ser una política pública eficaz, los productos de esta canasta hoy son más caros, es un hecho irrefutable”, declaró Rivera.

Es menester entender que antes de pensar en vencer a la inflación controlando los precios, debemos buscar incidir con toda fuerza en la demanda, en el patrón de hábitos de consumo de la población, ya que la demanda manda y comanda al mercado. Deberíamos pensar en cómo a través de la información veraz, la educación y, por qué no, de una persuasión positiva, podríamos lograr cambios en el tipo de hábitos de consumo de la población, alejándolo del consumismo hacia un consumo responsable de lo necesario, cultivando una ética de consumo responsable que calibre una demanda y que emplace una oferta de precios equilibrados y asequibles.

En esta tarea es imprescindible que participen todos y cada uno de los actores y fuerzas vivas de la sociedad. Solo a través de la corresponsabilidad social y de una ética de consumo responsable es que lograremos mitigar el flagelo de la inflación y la carestía que golpea implacable a la población de escasos recursos, que es la que destina la mayor parte de sus ingresos en la compra de alimentos (hasta 90 centavos de cada peso que gana). Por ello, la inflación es un impuesto que se cobra a los pobres y que les genera mayor pobreza.

ANPEC refrenda su compromiso de apoyar el consumo esencial de los hogares mexicanos para lograr un México sin hambre, en el que nadie quede atrás o fuera de la posibilidad de brindar una alimentación digna, de calidad a sus familias y con ello impulsar la fuerza productiva que exige nuestra economía para su desarrollo.

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