• Yucatán, con capacidad para generar cadenas productivas con armadoras japonesas de Estados Unidos.
  • Producir bienes y riqueza para controlar la inflación, en lugar de incrementar las tasas de interés, propuesta de Jaime Solís Sarmina.

Para mantener la competitividad de México y seguir atrayendo inversiones al país, debe invertirse al menos el 5% del PIB en obra pública, planear los proyectos de construcción y aprovechar el potencial que tenemos para las energías renovables. Estas fueron algunas de las propuestas que dieron los especialistas de la mesa panel “Infraestructura Logística y Energética, la Clave del Crecimiento Nacional”, dentro del II Foro de Inversión para el Crecimiento y la Prosperidad, que en el marco de la Expo Construcción 2023 organizó la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción.

En esta mesa panel moderada por el presidente de la CMIC Yucatán, Raúl Asís Monforte González, y en la cual participaron Gerardo Díaz de Zavala, subsecretario de Inversión, Desarrollo Económico y Financiamientos en la Secretaría de Fomento Económico y del Trabajo; Mario Salazar Lazcano, vicepresidente de Enlace Institucional de la CMIC a nivel nacional y Víctor Ramírez Cabrera, vocero en Plataforma México Clima y Energía, quienes destacaron los retos y desafíos que tienen México y Yucatán en temas de infraestructura e inversión, así como las propuestas que se pueden hacer para mejorar en los próximos años.

En lo que respecta a Yucatán, Díaz de Zavala destacó que las acciones realizadas por la administración de Mauricio Vila Dosal están enfocadas en traer inversiones de industrias que generen mejores sueldos para la población, como son del sector automotriz, aeronáutico, o de tecnologías de la información, y para eso también se buscó generar un ecosistema que facilite la llegada de empresas como Accenture.

“Hicimos tiros de precisión y nos enfocamos en las industrias que pagan más porque uno de los problemas en Yucatán no es la falta de empleo, sino los salarios. Además, estamos generando la mano de obra necesaria para cubrir la demanda en estas nuevas empresas y también trabajamos en continuar ofreciendo certeza legal y jurídica para que se sientan seguros de hacer sus negocios con toda tranquilidad”, destacó.

Además, destacó que el estado tiene las condiciones ideales para aprovechar la costa este y su cercanía con Florida, ya que nos encontramos a sólo 48 horas de las principales armadoras japonesas en Estados Unidos y se puede tener una productiva cadena de suministros que salgan desde Progreso. Por tal motivo, son fundamentales los proyectos de ampliación del Puerto de Altura, así como la conclusión del Tren Maya y el Transísmico.

Por su parte, Salazar Lazcano, destacó que a pesar de que México es muy atractivo para la inversión, como su ubicación geográfica y su bono demográfico. Pero tiene varios retos que superar, como es la ausencia de mano de obra a causa de los programas sociales y la falta de certidumbre jurídica.

Además, destacó que en México hay un problema de falta de planeación de la infraestructura, ya que suele comenzarse a construir incluso antes de proyectar las obras y eso ocasiona que muchas de estas no se concluyan.

“Estudios que ha hecho la Auditoría Superior de la Federación explican por qué nuestras obras no se terminan a tiempo o dentro de los presupuestos establecidos: el 65% de los casos se debe a una falta de planeación. Hoy en día hemos llegado a situaciones extremas en donde primero construimos y luego dibujamos y no hay manera de hacer un presupuesto adecuado si no tenemos un proyecto o un catálogo que sea nuestra guía”.

Pero también comentó que a pesar de lo señalado, México tiene la capacidad de albergar grandes inversiones y la muestra más clara es la nueva mega fábrica de Tesla en Nuevo León, que generará toda una nueva cadena de valor, con muchas empresas que le podrán proveer de servicios.

“Estas inversiones son muy significativas, no sólo por el monto de inversión y el empleo que generará, sino que se trata de una industria muy vanguardista y esto nos obliga a repensar sobre como se está planeando la infraestructura. Además, nos demuestra que seguimos siendo atractivos, pero debemos apuntalar”.

Sin embargo, para lograr mantener la competitividad, el Gobierno Federal debería invertir al menos el 5% del Producto Interno Bruto para la obra pública productiva. Actualmente sólo se está presupuestando el equivalente al 2% del PIB para este propósito.

En su participación, Ramírez Cabrera señaló que el potencial de la Península de Yucatán para las energías renovables es impresionante, incluso para ser autosuficiente en la generación de electricidad, pero las políticas federales tienen detenido varios proyectos eólicos y fotovoltaicos que podrían generarle un total de 2 mil 500 megawatts.

“La demanda eléctrica de la península en su pico es de 2 mil 100 megawatts y se tiene una capacidad instalada de generación teórico de 2 mil 300, pero como no hay gas natural no se pueden echar a andar las plantas de ciclo combinado. Esto nos deja con un déficit que tenemos que traer energía de otros lados. Pero también llegamos a tener 2 mil 500 megawatts de permisos en proyectos, de los cuales sólo están funcionando 350 por la falta de permisos por parte del Gobierno Federal”, explicó.

Del mismo modo llamó a observar todo el potencial eólico que tiene el Golfo de México, ya que si se canaliza electricidad a través de los ductos inframarinos se podría generar energía equivalente a 4 veces lo que requiere todo el país.

En el foro también se realizó la conferencia magistral “Implicaciones en la Inversión y el Desarrollo Dado el Entorno Reciente del Sector Financiero Mundial”, impartida por Jaime Solís Sarmina, consejero y presidente del Comité de Auditoría de Grupo Dinercap, quien analizó el panorama financiero en el mundo.

El especialista señaló que después de la crisis del coronavirus y de la inflación, el 2023 es el inicio de una grave crisis financiera bancaria que ya cobró sus primeras víctimas, al llevar a la quiebra al Silicon Valley Bank.

Explicó que esto ocurre porque los bancos se están quedando sin dinero debido a las altas tasas de inflación y a que sus inversiones no le dieron liquidez en el corto plazo, dejándoles un déficit del cual no pudieron salir.

Del mismo modo, explicó que la política de los bancos internacionales de subir la tasa de interés como una medida para controlar la inflación no le parece la más adecuada, ya que si bien puede ser una medida lógica ante el incremento en los precios, esta no es redituable en el largo plazo, y señaló que la única manera real de combatir el problema es generando una mayor producción de bienes y que la oferta se iguale a la demanda.

“Lo que están haciendo es tratando de controlar la inflación subiendo las tasas de interés y generar una recesión. Pero los bancos no pueden pretender controlar los precios subiendo las tasas de interés, en su lugar debería de producirse más, para generar mayor oferta. Es mejor que haya mayor intercambio de bienes y generación de riqueza”, indicó.