Transmisión, factor clave para la transición.

Colaboración: Raúl Asís Monforte González.

Mérida, Yucatán a 11 de marzo de 2023

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Ciento cincuenta y dos millones de kilómetros de nuevas líneas de transmisión de energía eléctrica necesita el planeta para alcanzar la neutralidad de carbono en 2050, de acuerdo con un análisis llevado a cabo por los expertos de BloombergNEF.

Hay optimismo debido a los grandes avances en generación de energía eléctrica limpia y renovable en todo el mundo, sin embargo tú, y todos nosotros, necesitamos que esa electricidad llegue de forma segura, confiable y constante hasta nuestros hogares, negocios o industrias. Además, esa electricidad tiene que ser de la mejor calidad posible para que todos los aparatos, máquinas y dispositivos que la utilizan, funcionen eficientemente y sin complicaciones o daños.

Esa es la razón por la que la generación limpia distribuida, esa que se hace justamente en el sitio mismo en donde es demandada, o lo más cerca posible, tiene que ser impulsada con fuerza y decisión. Además de que esa es la forma de energía más barata que existe, permite un mayor control de la misma si también se integran otros recursos energéticos distribuidos, tales como almacenamiento, gestión inteligente y microrredes; empodera a los usuarios y consigue una mayor calidad, resiliencia y confiabilidad de los sistemas energéticos, entre otras grandes ventajas sobre los sistemas centralizados tradicionales.

Sin embargo, zonas que son vorazmente consumidoras de electricidad, como las grandes metrópolis, centros urbanos o áreas logísticas e industriales, podrían tener serias dificultades para contar con sitios adecuados y factibles para la generación distribuida, y es entonces cuando hay que generar la energía en sitios externos, pero lo más cerca posible, y transportarla hasta ahí. Y eso es precisamente lo que hacen las líneas de transmisión y distribución de la energía eléctrica.

Así es que, si queremos alcanzar la neutralidad de emisiones de carbono en el sector eléctrico del país, y de todo el mundo, además de impulsar la generación distribuida, es preciso hacer lo mismo con sistemas de generación regional y robustecer las líneas de transmisión y distribución.

Y la construcción de estas necesarias obras de infraestructura energética, se enfrentan hoy a obstáculos regulatorios y normativos que están impidiendo su avance a la velocidad que se necesita. Es urgente destrabarlos. México podría estar desperdiciando enormes oportunidades con la re localización de industrias que buscan acercarse al mayor mercado de productos y servicios del planeta, si no somos capaces de brindar la certeza de que esas fábricas contarán con la energía suficiente para mover sus máquinas.

Primero tiene que haber la voluntad política para ordenar que el asunto se atienda y sea considerado como un asunto estratégico de la agenda nacional, luego integrar alianzas de valor entre el gobierno, los inversionistas y entidades financieras, los constructores de la infraestructura, la academia y los usuarios.

Rob Gramlich, fundador de la empresa de consultoría del sector energético Grid Strategies LLC, dice que el nuevo mantra en la industria tiene que ser “no hay transición sin transmisión”, y ceo que le asiste la razón.

Hay que avanzar sin demora en este sentido, no atenderlo puede tener un costo muy alto.