fuente: https://www.bbc.com/mundo/deportes-37669358

  • Gerardo Lissardy
  • BBC News Mundo

El fútbol siempre ha sido un ámbito fértil para los sobrenombres de sus jugadores: desde Pulgas hasta Tanques, desde Toros hasta Matadores. Pero cuando se habla del Rey sólo hay uno: Edson Arantes do Nascimento, Pelé.

Símbolo del jogo bonito brasileño, único futbolista que ganó tres copas del Mundo con la selección de su país y considerado por muchos el mejor jugador de la historia, la muerte de Pelé a los 82 años tras luchar contra un cáncer de colon se anunció este jueves.

Se trata de una de las mayores pérdidas sufridas jamás por el deporte más popular del planeta.

Desde que deslumbró a todos en el Mundial de Suecia 1958 con apenas 17 años, Pelé se transformó en ícono de la magia y el alcance global del fútbol, y se mantuvo así hasta sus últimos días, aunque su vida tampoco estuvo exenta de polémicas.

“A veces bromeo que sólo me faltó ir a la Luna, me faltó jugar en la Luna”, dijo en un mensaje para recordar los 50 años de la Copa del Mundo de México 1970, la última que disputó y alzó con la camiseta 10 de Brasil.

Un 10 especial

Si bien nunca fue a la Luna, el hombre nacido en 1940 en la localidad brasileña de Três Corações, en el estado de Minas Gerais, parecía jugar al fútbol sin respetar las leyes de gravedad.

Un 10 especial

Si bien nunca fue a la Luna, el hombre nacido en 1940 en la localidad brasileña de Três Corações, en el estado de Minas Gerais, parecía jugar al fútbol sin respetar las leyes de gravedad.

“Tesoro nacional”

Pelé pasó de jugar de niño con balones hechos de calcetines en la localidad de Baurú, a debutar en el Santos a la edad de 15 años. Marcó un gol en ese primer juego y más tarde también alcanzó la gloria con ese club que representó hasta 1974: dos copas Libertadores, dos Intercontinentales, cinco copas Brasil, una decena de campeonatos paulistas…

Que pudiera jugar tantos años en Santos sin ser transferido a Europa fue en buena parte porque el gobierno brasileño lo declaró tesoro nacional y el propio club organizó partidos de exhibición en diferentes países.

Un año después de anunciar su retiro, en 1975, pasó al New York Cosmos con un contrato millonario y contribuyó a promover el fútbol en Estados Unidos. Su último partido fue un amistoso entre ese club y Santos, en octubre de 1977.

A lo largo de su carrera, Pelé anotó 1.283 goles, 767 de ellos en partidos oficiales según la RSSSF, que reúne estadísticas de fútbol. Tuvo un promedio de 0,9 gol por juego, algo extraordinario hasta hoy.

Además de su destreza física y calidad técnica, Pelé destacó por su visión de campo y capacidad para anticiparse a las acciones de sus rivales.

Es cierto que el fútbol de aquellos años era muy diferente al actual. Se jugaba a un ritmo más lento, con menor intensidad y más espacio para los creadores como Pelé.

Pero en esos tiempos los futbolistas profesionales enfrentaban retos peculiares.

Los campos de juego eran más irregulares, la preparación física era menos desarrollada y los defensas más rudos: a veces se lanzaban directamente a “sacar” del partido a sus rivales más habilidosos, como hicieron con Pelé en el Mundial de Inglaterra 1966, el único que O Rei disputó sin ganar.