Los primeros días de noviembre, una delegación de, aproximadamente 50 personas vinculadas al Clúster de Ciruela Industria de Mendoza (Argentina), sobre todo productores, visitaron Chile. Recorrieron, específicamente, huertos y plantas de procesamiento de la VI Región -al sur de su capital, Santiago-, zona que representa sobre el 70% de la producción a nivel país.

Los objetivos de la visita fueron dos, dice Francisco Araujo, coordinador de dicho clúster: generar un intercambio y aprendizaje en torno a nuevas técnicas, innovaciones y tendencias que se realizan en Chile, así como estrechar vínculos con representantes de la industria en este país, agrupados en Chileprunes, Asociación Gremial de Procesadores y Exportadores de Ciruelas Secas de Chile, que agrupa al 70% de las exportaciones de dicho fruto.

“Para nosotros el sector de las ciruelas secas en Chile es un referente a nivel mundial, por lo que aprender de cómo vienen trabajando en los huertos y plantas de procesamiento era bien importante”, añade Francisco Araujo, quien representa a una institución joven, formada hace solo dos años.

Algunos de los temas de interés fue el de la producción superintensiva de ciruelas, lo que implica tener 2.000 plantas por hectárea, mientras que un huerto tradicional tiene entre 400-500. Mientras en el primer caso se puede producir al tercer año, en el huerto tradicional es a 4-5 años. Con algunos productores, Chile tiene experiencia de 7-8 años en este tema, con muy buenos resultados.

Otros temas de interés estuvieron en riego y nutrición. En ambos casos, llama la atención la implementación de tecnología en los huertos en Chile, la mecanización allí existente, sobre todo en lo que respecta al riego por goteo o aspersión, así como al paquete de fertilizantes que se usan, permitiendo niveles de producción muy elevados.

El coordinador del Clúster de Ciruela Industria de Mendoza, no quiere dejar de “agradecer a las autoridades y equipo técnico de Chileprunes, que nos han atendido con una generosidad y vocación de apoyo que fue notable. Hemos dado un primer paso de presentarnos como cluster, visitando a nuestros pares en Chile”.

Clúster público-privado

El Clúster de Ciruela Industria de Mendoza está conformado por 18 instituciones públicas y privadas, entre otros, exportadores, Cámaras de Comercio, cooperativas y, en lo público, el Estado nacional, los municipios de San Rafael y Alvear, universidades, entre otros. “Se trata de un modelo distinto al de Chileprunes, pero funciona”, expresa.

Sus exportaciones se realizan a alrededor de 20 países, donde el foco de los últimos años fueron Brasil y Rusia. “Con Brasil funcionamos bien, hay cercanía y un mercado importante. En el caso de Rusia, está muy difícil comerciar, hay algunos puertos que siguen funcionando con dificultades a los cuales podemos hacer nuestros envíos, pero también hemos debido redirigir exportaciones a países cercanos por motivo de la guerra”.

Junto a lo anterior, un aspecto negativo ha sido la pandemia y el costo del flete marítimo, que ha llevado a elevar sobremanera los costos y reducir rentabilidades. Pero también rescata aspectos positivos de estos dos últimos años: la asociación que la ciruela ha alcanzado con el mundo saludable y wellness, así como sus ventajas en torno al guardado, “estas son ideas que se deben mantener y promocionar”, dice.

La totalidad de las exportaciones de ciruelas secas argentinas proviene de la provincia de Mendoza. Se trata de 10.500 hectáreas, aunque hace 11 años, fueron 18.000. El 80% de lo exportado proviene del sur de la provincia, de San Rafael y Alvear, mientras que el resto proviene del Este. Se exportan 25 mil toneladas equivalentes a US$ 60 millones, cifras que corresponden a un promedio de los últimos 15-20 años.