Mérida, Yucatán, 11 de julio de 2022; El párrafo séptimo del Artículo 4o de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, establece: “Toda familia tiene derecho a disfrutar de una vivienda digna y decorosa. La Ley establecerá los instrumentos y apoyos necesarios a fin de alcanzar tal objetivo”. Hace menos de tres meses, se cumplieron los primeros cincuenta años de la promulgación de la Ley del Infonavit, instituto que se crea con el objetivo de dar cumplimiento a ese derecho.

En su sitio web, el Infonavit señala que sus programas se han diversificado y actualizado para un mercado cambiante, con el objetivo de atender las necesidades de vivienda, el desarrollo de mejores soluciones habitacionales y financieras, así como abatir el rezago habitacional existente.

El Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los trabajadores, es un organismo público tripartito, lo cual significa que en él converge la participación ordenada y respetuosa de los trabajadores, de los empresarios, y del gobierno. Esa participación tripartita es precisamente la que ha permitido, a pesar de los enormes desafíos que esta tarea demanda, que se haya podido garantizar exitosamente ese fundamental derecho para todas las familias mexicanas, especialmente para las más pobres. Superar este reto ha sido una verdadera proeza que ha precisado de la participación organizada, comprometida, generosa, enfocada, eficaz y eficiente, de muchos actores y partes interesadas. Jamás podría haberse alcanzado desde la individualidad de un solo organismo o sector.

Los empresarios constructores de vivienda y los desarrolladores inmobiliarios de México, siempre hemos cumplido con el papel que nos ha correspondido desempeñar, lo estamos haciendo ahora mismo, y continuaremos haciéndolo en el futuro. Esta es una gran tarea que nos llena de satisfacciones y de enorme orgullo.

Por lo anterior, nos extrañan las descalificaciones, imprecisiones y los conceptos vertidos el viernes pasado en esta ciudad de Mérida por el director general del Infonavit, el Maestro Carlos Martínez Velázquez, en el marco de un evento con jóvenes en el que participó.

Ofender a los empresarios constructores de vivienda y desarrolladores inmobiliarios, llamándolos egoístas y usureros, de ningún modo puede contribuir a abatir el rezago de vivienda económica que tanto necesitan los trabajadores.

Enunciar datos falsos, como afirmar que los empresarios pretenden ganancias del 30%, que no se conforman con un 8%, y concluir a la ligera, con base en esos datos, diagnósticos equivocados respecto al origen del rezago, jamás podrá ayudar a alcanzar las soluciones que necesitamos encontrar de manera conjunta y visionaria.

Nos preocupa mucho, que la persona que ocupa la más alta posición jerárquica en el Infonavit en nuestro país, decida romper con sus afirmaciones sin sustento, con una tradición de cincuenta años de trabajo colaborativo y respetuoso.

Se trata de un delicado problema social cuya solución necesitamos abordar entre todos con profesionalismo y seriedad.

Los constructores formales y organizados, estamos constantemente sumando nuestra voluntad y compromiso social, que el director del Infonavit dice que no tenemos, con el esfuerzo de los gobiernos municipales y estatales, para encontrar y generar reservas de tierra apta para el desarrollo de vivienda económica.

Estamos todos los días trabajando con esfuerzo denodado para disminuir el tiempo que toma realizar los trámites y obtener las autorizaciones que se requieren para llevar a cabo los proyectos.

Mantenemos una estrecha comunicación con los organismos y empresas encargadas de proporcionar los servicios públicos de agua y saneamiento, de electricidad, comunicaciones y otros servicios que las familias propietarias de las viviendas demandan para que verdaderamente sean consideradas dignas y decorosas.

Cada uno de estos aspectos genera costos que son inevitables y crecientes.

La inflación, contrario a lo que opina el Maestro Martínez Velázquez, es un fenómeno económico que no es generado ni alentado por los empresarios constructores, antes bien, padecemos sus consecuencias, y con generosidad y moderación en las justas ganancias que por nuestro trabajo merecemos, intentamos atenuar que su impacto se traslade a los trabajadores que adquieren una vivienda.

El margen de beneficios en la construcción de vivienda, hace mucho tiempo que es muy reducido. Esto coloca a esta industria en una situación de vulnerabilidad ante cualquier disturbio o eventualidad no prevista en el proceso, que podría ocasionar incluso pérdidas, y éste es un riesgo que asumimos los empresarios valientes y comprometidos con México.

Disminuir la brecha de rezago que se ha producido en la vivienda económica en nuestro país, requiere la participación del Infonavit en perfecta armonía con sus sectores empresarial y de los trabajadores, pero también de muchas otras instancias de los gobiernos federal, estatal y municipal, así como de las instituciones financieras que ofrecen créditos puente a los proyectos, de los fabricantes y comerciantes de materiales de construcción, y de toda la sociedad.

Hacemos un llamado respetuoso al director general del Infonavit, el Maestro Carlos Martínez Velázquez, para que con absoluto respeto a todas las partes involucradas, continuemos con el trabajo colaborativo, profesional, dedicado y generoso, para encontrar soluciones innovadoras, modernas y efectivas, para seguir cumpliendo con el compromiso de garantizar a las familias más necesitadas de México, el derecho humano a una vivienda digna y decorosa, como lo manda la Constitución y como lo hemos venido haciendo juntos en los últimos cincuenta años.

Atentamente:

Ing. Raúl Asís Monforte González

Presidente del Comité Directivo de la CMIC Yucatán