• Se recomienda comer verduras y frutas previamente lavadas; consumir alimentos bien cocidos y calientes al momento de servirse. Tomar agua embotellada.
  • No olvidar el correcto lavado de manos antes de cocinar, comer y después de ir al baño. 

Mérida, Yucatán, 7 de julio de 2022; En esta temporada de vacaciones de verano, en donde generalmente se presentan altas temperaturas y lluvias en el estado, podrían aumentar los casos de enfermedades gastrointestinales, ya que éste es un factor que favorece la proliferación de virus y bacterias al hacer que los alimentos se descompongan con mayor facilidad, por lo que el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Yucatán recomienda reforzar las medidas de prevención, como correcta higiene personal y en el manejo de los mismos.

La coordinadora auxiliar de Atención Médica del IMSS Yucatán, doctora Gabriela Canché Briceño, informó que los síntomas de las enfermedades gastrointestinales se manifiestan, por lo general, algunas horas después  de consumir el alimento contaminado y se presentan con más de tres evacuaciones en 24 horas o con una frecuencia mayor a la que se considera normal.

La pérdida de apetito y las náuseas son los primeros síntomas. También pueden presentarse accesos de vómito, movimiento intestinal, diarrea acuosa, dolores y/o espasmos abdominales, fiebre y debilidad.

Tanto la diarrea como los vómitos pueden originar pérdida de líquidos y sales, esenciales para el adecuado funcionamiento del organismo, como el sodio y el potasio, lo que podría provocar deshidratación; que de no atenderse puede ser de riesgo, sobre todo en pacientes menores de cinco años y en adultos mayores.

La especialista del IMSS Yucatán señaló que para prevenirlas es muy importante extremar precauciones para la adecuada refrigeración, preparado y cocción de los alimentos; así como verificar las fechas de caducidad, según sea su caso, sin olvidar el correcto lavado de manos antes de cocinar, comer y después de ir al baño.

Durante esta temporada se recomienda evitar el consumo de alimentos en la calle, mal refrigerados o de dudosa procedencia; consumir agua embotellada, hervida o desinfectada; además de que, en caso de consumir pescados y mariscos es importante supervisar que se encuentren bien cocidos o fritos.

Comer verduras y frutas previamente lavadas; consumir alimentos bien cocidos y calientes al momento de servirse; cuando sobran es importante guardarlos en contenedores cerrados y refrigerarlos una vez que se hayan enfriado.

En caso de comprar comida, evitar los puestos en la vía pública y verificar que el restaurante sea un lugar establecido y que cuente con todas las medidas de higiene, ya que con el calor también abunda la fauna nociva como cucarachas y moscas que diseminan la contaminación.

En cuanto al refrigerador, se sugiere ajustar la temperatura superior a lo habitual para mantener los alimentos frescos y fríos, además de mantener la puerta bien cerrada, cuidar su aseo y no saturarlo.

Finalmente, los grupos poblacionales que tienen mayor riesgo de presentar complicaciones por infecciones gastrointestinales y deshidratación son los menores de cinco años, mayores de 60, mujeres embarazadas y personas con enfermedades crónicas, por lo que en caso de que presenten los síntomas mencionados y un deterioro en el estado de salud, acudir a su Unidad de Medicina Familiar (UMF) para recibir atención oportuna.