La catarata se desarrolla, principalmente, conforme avanza la edad debido a cambios progresivos en el ojo que consisten en la modificación de las proteínas normales del cristalino, lo que provoca una visión borrosa de forma gradual, y provoca que se vea como si lo hicieras a través de un parabrisas empañado. Desafortunadamente, sufrir de esta enfermedad visual, ha generado aproximadamente el 48% de los casos de ceguera en nuestro país, en gran parte por su detección y abordaje tardío.
El tratamiento de tal afección consiste en realizar una cirugía en la cual se extrae el cristalino natural para reemplazarlo por un lente intraocular, lo que da lugar a la corrección de la visión en un gran porcentaje de los casos.
Para lograr el éxito y recuperación del sentido de la vista al realizar una operación de catarata, es necesario que el oftalmólogo realice ciertas mediciones finas del ojo para complementar el cálculo del lente intraocular, a este estudio se le conoce como aberrometría intraoperatoria.
Dicha evaluación es posible gracias a un dispositivo llamado aberrómetro, que analiza la calidad óptica sirviendo como guía para el especialista previo a la cirugía. Sin embargo, hoy en día existe un sistema avanzado que brinda información en tiempo real y proporciona medidas durante la cirugía que mejoran la precisión en el tratamiento de la catarata.
“Contar con este tipo de innovación y tecnología nos permiten a los médicos oftalmólogos lograr decisiones más precisas durante una cirugía de catarata, al proporcionarnos información adicional, incluso no detectada en las pruebas preoperatorias. El uso del aberrómetro intraoperatorio nos da lo oportunidad de contar con un flujo de trabajo más eficiente en el quirófano, esto resulta en una mayor precisión en el cálculo del lente intraocular, y, por lo tanto, un resultado más favorable para el paciente”, explicó el doctor Diego Zamora, médico adscrito al departamento de Segmento Anterior en el Instituto de Oftalmología Fundación Conde de Valenciana IA.