En 2021, México se convirtió en el principal importador de ciruelas secas chilenas con un volumen recibido de 7.266 toneladas métricas, equivalentes a US$ 25,6 millones, indica la Oficina de Estudios y Políticas Agrarias (Odepa), organismo dependiente del Ministerio de Agricultura chileno.

Alrededor del 70% de la ciruela seca chilena se vende al grupo de los 10 principales destinos, que en total alcanzan a 70 países. Los otros miembros del top ten son Polonia, Reino Unido, Rusia, Alemania, Italia, Estados Unidos, España, Brasil y China.

¿Por qué se consume tanto en México? ¿Qué lo hace un superalimento?

Uno de los últimos descubrimientos de la Universidad Estatal de Oklahoma, indica que la ciruela seca ayuda a aumentar la masa muscular y la pérdida de grasa al mismo tiempo.
Esta novedad, se suma a lo que se sabe desde hace unos años:  el ser uno de los mejores alimentos para el tratamiento de la osteoporosis, ayuda a que no haya pérdida de

 densidad ósea; promueve la salud cardiovascular y reduce el colesterol, el riesgo de tener cáncer de colon, a lo que se suma un gran poder antioxidante, por lo que previene el envejecimiento prematuro. Finalmente, su alto contenido de fibra y sorbitol, ayudan a tener un mejor movimiento intestinal y aliviar el estreñimiento.

Pedro Acuña, director ejecutivo de Chileprunes, dice que “el mercado mexicano es uno de los que tiene una mayor relevancia para Chile por su tamaño y creciente consumo”.

El total de las exportaciones chilenas en este periodo ha llegado a US$ 174.359.000, “un monto   significativo dado que los precios están al alza por una menor oferta internacional y una baja de los stocks mundiales”, agrega.