Colaboración: Arquímedes Morán

Tomemos café, charlemos, escribamos la letra de una canción.

Compongamos con nuestras ideas el mundo, algún día esas ideas permearan como el agua, hasta la roca más dura de la sociedad y este mundo cambiará.

Deleitemos el café en un rincón del bosque, de la selva, de la montaña, del último piso de la torre más elevada de nuestra ciudad y suspiremos.

Busquemos el lugar más oscuro para contemplar las estrellas y confundámonos con ellas.

Respiremos el aroma del café, en ese espacio especial de tu hogar, para que las carcajadas de nuestras ocurrencias nos hagan lagrimar.

Tomemos café donde te sientas tu misma y puedas percibir mi caricia con la mirada, puedas sentir la fuerza de mis palabras llenas de amor hacia ti.

Comprenderás que el amor detiene el tiempo finito e infinito y a la vez, te maravillaré con mis sueños, con mis fantasías, con mi atención total.

No te regalaré rosas que pronto se marchitan, te regalaré risas, no te diré promesas, te haré un poema de cada momento vivido.

Te ofreceré lo que un hombre da cuando encuentra a su Diosa, será una vida de entrega, por la sencilla razón de que eres mi columna, mi igual.

¡Caminaremos juntos hacia el destino que nos depara la felicidad, y todo será posible cuando…
tomemos café!