En días pasados recibimos una denuncia ciudadana en la que nos informaron que personal de la PROFEPA (Procuraduría Federal de Protección al Ambiente) constataron la devastación de especies protegidas de manglares, relleno de humedal, entre otro delitos contra del medio ambiente que se cometen en el Municipio de San Felipe.

Trabajadores de esa dependencia federal acompañados de la GUARDIA NACIONAL el pasado 26 de enero realizaron en ese puerto del oriente una visita de inspección en materia de impacto ambiental por las actividades de remoción, limpieza y eliminación de vegetación de manglar de las especies de mangle blanco (Laguncularia racemosa), mangle negro (Avicennia germinans), mangle rojo (Rhizophora mangle) y mangle botoncillo (Conocarpus erectus)

En dicha inspección, el personal de la PROFEPA no solo constató de manera presencial la invasión de espacios colindantes con el manglar, daño y eliminación de la vegetación en una superficie de 3,500 metros cuadrados, así como el relleno del humedal, inclusive también detectó que están clausurando un brazo de agua natural conocido como el ocá. Todas estas acciones son de daño permanente y presuntamente han sido ordenadas por el Presidente Municipal de ese puerto, Felipe Marrufo López, a quién encontraron “in fraganti” brindando indicaciones en la ilegal obra y también ha declarado públicamente estar a favor de que se realice este daño irreversible a la zona protegida.

Las especies de mangle blanco, negro, rojo y botoncillo, se encuentran catalogadas como amenazadas categoria A, dentro de la vigente Norma Oficial Mexicana NOM-059-SEMARNAT-2010.

El Presidente Municipal no pudo demostrar contar con la autorización de la SEMARNAT que avale poder realizar este ecocidio y dichas acciones, se esperan los tiempos administrativos para que presenten la correspondiente documentación o en su defecto proceder de acuerdo a la ley ya que es un delito federal realizar este tipo de devastación.

Recordemos que han sido reiterados los señalamientos que se han realizado por este ecocidio, tanto por vecinos, agrupaciones y personas preocupadas y concientes  del respeto a la naturaleza, se han hecho denuncias anónimas por temor a represalias, quejas formales de manera presencial, entre otras acciones, confiando que las autoridades correspondientes  aplicarán la ley para detener este atentado irreparable contra la naturaleza.