• La Orquesta Sinfónica de Yucatán anuncia su gran Gala de Inicio de Año.
  • Con los inmortales valses El Danubio Azul y Emperador, cerrará el primero de sus programas de la Temporada de Conciertos 37.

Mérida, Yucatán, a 26 de enero de 2021.- Uno de los géneros más esperados de los amantes de la música, el vals, cuya popularidad surgió en la ciudad de Viena del siglo XIX, será el atractivo de la Gala de Inicio de Año 2022 que ofrecerá la Orquesta Sinfónica de Yucatán los días 28 y 30 de este mes.

La música propia de los salones de baile y encuentros sociales en todo el mundo ha establecido también la tradición de ser interpretada en ocasión del año nuevo por las orquestas más prestigiosas del orbe y la Sinfónica de Yucatán no es la excepción.

Bajo la batuta del maestro Juan Carlos Lomónaco, la OSY incluirá en este concierto de gala obras de gran reconocimiento público, como: la Obertura “Rosamunda” de Franz Schubert, Valses de Praga de Antonín Dvořák, Obertura “Caballería ligera” de Franz von Suppé, y la Obertura “El murciélago”, Vals Emperador y El Danubio Azul de Johann Strauss, Jr.

Las piezas de este primer programa de la Temporada 37 están programadas para este viernes a las 20:00 horas y el domingo a las 12:00 horas en el Teatro Peón Contreras, donde se aplicarán los protocolos sanitarios de prevención a los instrumentistas y asistentes, con la debida sana distancia, a fin de lograr una estancia segura.

Hijo del compositor Johann Strauss y hermano de los compositores Josef Strauss y Eduard Strauss, Johann (1825-1899) fue el más famoso de la familia, ya que fue quien impulsó la popularidad del vals en la Viena del siglo XIX al crear 400 obras de ese género, por lo que fue reconocido en vida como “El rey del vals”.

El 15 de febrero de 1867 se estrenó en Viena el más famoso y popular de los valses de Strauss, Jr., El Danubio Azul, con una aceptación regular, debido a que en ese año Viena estaba sumida en el pesimismo como consecuencia de la derrota de Austria a manos de Prusia en la llamada “Guerra de las Siete Semanas” de 1866.

Sin embargo, cuando el propio Strauss en persona dirigió el vals en la Exposición Universal de París, en el verano del mismo año, el éxito fue enorme, y rápidamente alcanzó una tremenda popularidad. En Inglaterra, Strauss dirigió este vals en seis conciertos en el Covent Garden.

Durante una gira estadounidense en 1872, Strauss dirigió El Danubio Azul al frente de 2 mil músicos y 20 mil coristas. Un siglo más tarde, fue la conquista del cosmos. Stanley Kubrick integró el vals de Strauss en la banda sonora de su película 2001: Una odisea del espacio (1968).

El Danubio Azul es una de las piezas más populares de la música clásica. Las connotaciones sentimentales vienesas lo han convertido en el segundo himno nacional austriaco, ya que fue interpretado delante del parlamento a falta de un himno nacional para la nueva República de Austria instaurada el 27 de abril de 1945.

El Vals Emperador (Kaiser-Walzer) fue compuesto en agosto de 1889 y estrenado en Berlín el 21 de octubre del mismo año. Con esta obra, superó la fama de su padre y se convirtió en uno de los más populares compositores de valses de su época, al viajar con su orquesta por Austria, Polonia, Alemania, Rusia y Gran Bretaña.

La majestuosidad de la pieza se aprecia en su composición. Comienza con una suave marcha que avanza en crescendo, a medida que se introduce la melodía principal. Ésta permanece de fondo a lo largo del vals. A medida que se acerca el final, un solo de violonchelo repite la primera estructura, antes de finalizar con una fanfarria de trompeta, acompañada por un timbal.

“El murciélago” (título original en alemán, Die Fledermaus) es una opereta cómica en tres actos que su autor Strauss, Jr. estrenó el 5 de abril de 1874 en el Theater an der Wien en Viena y su obertura o inicio es de melodías tan jocosas como el contenido de esta popular comedia alemana que es una de las puestas en escena más representadas hoy en el mundo.

De la opereta “Caballería ligera” del alemán Franz von Suppé (1819-1895) la OSY interpretará la obertura, una pieza muy popular desde su estreno en Viena el 21 de marzo de 1866, que opacó, incluso, el contenido de la puesta en escena que refiere las intrigas de la corte del barón von Bredereck del siglo XVIII, cuya compañía de ballet es denominada como “caballería ligera”.

Del compositor checo Antonín Dvořák (1841-1904) es el compendio melódico de los Valses de Praga de sólo nueve minutos, de contenido esencialmente romántico, cuyo autor, a comparación de Strauss, Jr., dio énfasis a los alientos  maderas y metales, por eso la inclusión de cuatro trompetas, tres trombones, dos flautas, dos oboes, dos clarinetes y dos fagotes. Su estreno tuvo buena recepción en Praga el 28 de diciembre de 1879.

Un fracaso resultó el estreno en 1823 de la puesta en escena Rosamunda, princesa de Chipre, de tal forma que sólo fue representada dos veces. Sin embargo, la música es  considerada una de las mejores piezas orquestales de su autor, Franz Schubert (1797-1828), llena de pasajes melódicos alegres con la utilización magistral de los recursos orquestales.

Los boletos están disponibles en las taquillas del Teatro Peón Contreras (250, 350, 400 y 450 pesos) o bien podrán adquirirlos en línea a través de la página web www.sinfonicadeyucatan.com.mx