• Orienta el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Yucatán sobre los Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA), condición que puede poner en riesgo la vida, e informa sobre los tratamientos que otorga ante estos casos.

Mérida, Yucatán, 4 de enero de 2022;  El doctor Isaac Tomas Castro Palacios, especialista en Psiquiatría del IMSS Yucatán, explicó que los Trastornos de Conducta Alimentaria (TCA) son  afecciones  psiquiátricas que conllevan alteraciones de la conducta alimentaria, ya que los afectados presentan una insatisfacción con su peso e imagen corporal, lo que ocasiona que ellos mismos generen hábitos que pueden ocasionarles complicaciones a su organismo y hasta poner en riesgo su vida sino reciben un seguimiento médico.

Los casos se registran con mayor frecuencia son la anorexia nerviosa y la bulimia nerviosa, ambas se caracterizan por el temor en aumentar de peso, pero la principal diferencia es que las personas con anorexia nerviosa tienen una pérdida significativa de peso al limitar o dejar de comer alimentos que consideran de alto valor calórico.

Por el contrario, quienes presentan bulimia nerviosa suelen consumir grandes cantidades de comida en periodos seguidos de culpa, depresión o disgusto con uno mismo, llevando a intentos secundarios de evitar el temido aumento de peso mediante métodos como vómito auto provocado, abuso de laxantes y consumo de fármacos que suprimen el apetito.

Sin embargo, estos trastornos pueden generar daños a la salud como: resequedad en la piel, uñas quebradizas, caída de los dientes y del cabello; pérdida de los periodos menstruales, deshidratación, anemia, malnutrición, alteraciones del ritmo del corazón (arritmias), convulsiones y hasta pueden poner en riesgo la vida.

En cuanto a las consecuencias psiquiátricas, la persona puede tornarse irritable, fatigada, con episodios de ansiedad y puede sufrir depresión o fobias.

 Los trastornos de conducta alimentaria pueden presentarse a cualquier edad; pero por lo general se registran entre 12 a los 25 años de edad y  la mayoría de los casos son en mujeres.

Algunas de las señales que podrían indicar que alguna persona presenta este tipo de trastornos son: se salta comidas o evita ingerir alimentos; las porciones que se sirve son cada vez más pequeñas; evita algunos alimentos considerados muy calóricos; pérdida de peso sin causa aparente; realiza ejercicio o deporte en exceso, se oculta para comer, consume laxantes u otros productor para bajar de peso sin supervisión de especialistas.

Para la atención y seguimiento de estos casos, el Instituto Mexicano del Seguro Social brinda tratamiento multidisciplinario e integral con la participación de personal de Nutrición, Psicología, Área Médica y Trabajo social. De igual forma, pueden solicitar orientación en los módulos PrevenIMSS, ubicados en las Unidades de Medicina Familiar, de 8:00 a 20:00 horas.