Colaboración: Tony O´Farril

Locutor, Productor, Ingeniero Civil

DEL: PROTEGER Y SERVIR… AL: TOLERAR O ¡MORIR ¡…

Bajo la premisa de abrazos no balazos el gobierno de AMLO, pretende acabar con la delincuencia que ha venido acrecentándose durante su gobierno, ciertamente el esfuerzo es bueno, pero no ha tenido los resultados que se pretendían y es que otra de las frases que abandera para según el acabar con la delincuencia, es “piensen en su madrecita…” cuando lo que menos tienen los que se dedican al secuestro, asesinato, robo etc. Es que carecen de ella y por eso hacen caso omiso a la propuesta presidencial, y en su defensa argumenta AMLO, que el país ya estaba así, desde sexenios pasados, con un marcado delirio de persecución o psicosis, que redunda en lo absurdo, porque el país parece estar está en manos de la delincuencia organizada, como nunca lo había estado, señalando mas no afirmando, pues según se observa con los datos que día con día exponen los noticieros, y que me ha tocado vivir y presenciar en los viajes que he hecho al interior de la república.

Y si a esto, le agregamos que los ciudadanos que se dedican profesionalmente a proteger y servir, están siendo atacados paradójicamente, por sus mandos iniciando por el presidente del país que en virtud de que como sabemos, premio a unos integrantes de la milicia nacional, por no haber hecho nada en Michoacán y haber sido desarmados, “Hágame usted el Favor”, contraviniendo lo que su ejercicio y logística profesional militar dicta, el proteger y servir que ahora lo tienen que hacer, prácticamente sin utilizar las armas aunque sea necesario y/o sean atacados con armas de fuego o de otro tipo, porque si un oficial de la ley usa su arma puede ser acusado de gatillo fácil o incluso de prepotencia  y dar paradójicamente a la cárcel  y a cambio solo dar abrazos y no balazos, y es que los policías no todos son malos hay aginos que de verdad por vocación entregan su vida en el servicio por un sueldo y jornadas miserables, chéquelo usted y pregúntese si usted lo haría

Por otra parte, no se ha podido abatir con lo que se padeció en el gobierno de Felipe calderón quien ha sido el único a saber que se puso en contra del poder legislativo y judicial al reclamar cuando el atrapaba a los malosos y las leyes y la justica los liberaban, no, no crean, que estoy a favor de lo que hizo Calderón en su tiempo como presidente al respecto de la seguridad, ni tampoco con lo que hicieron los gobiernos anteriores del PRI, pero nunca habíamos estado tan desprotegidos los ciudadanos de a pie que a diario mueren, me refiero a mujeres y niños inocentes que ha saber son el resultado de balas perdidas o de un tiro al blanco que utilizan como prueba los grupos delincuenciales para pertenecer a  las bandas, y ahora también han ampliado su rango al parecer, matando y amenazando impunemente a los políticos como se vio en las pasadas elecciones.

Se requiere una acción decisiva y leyes más fuertes para acabar con la delincuencia, no solo una verborrea e ideas de tolerancia que nos han llevado hasta donde está el país; permítanme relatarles una experiencia personal que viví en carne propia; comento… resulta que circulando en mi auto yo al volante, por una de las calles en el centro de la CDMX, al detenerme en un semáforo, pude presenciar a lo lejos, a un individuo que sin playera que en su cuerpo llevaba tatuajes parecidos a los que usa “la mara salva trucha”, y sobre banqueta realizaba movimientos propios de un baile extraño simulando una cata de karate, lo que me llamo poderosamente la atención y seguramente hice alguna expresión al mirarlo que le molesto y me increpo retándome con señas obscenas, yo incrédulo volteé hacia mi derecha, para buscar pensando que era a otro a quien le reclamaba, y al volver mi mirada de nuevo hacia mi izquierda, recibí una retahíla de insultos acompañados con sendos puñetazos y la amenaza por parte de este tipo que buscaba algún tipo de arma blanca en su cinturón para herirme, me apreste a cerrar mi ventana porque “afortunadamente” no me podía bajar del vehículo ni avanzar pues seguía el semáforo en rojo, sin embargo uno de los golpes, me impacto en la nariz y por fin se cerró la ventana eléctrica de mi auto, y se puso el semáforo en verde y pude avanzar mientras el individuo pateaba el auto móvil y seguía con sus improperios, al avanzar me sentí aliviado, pero de inmediato me invadió una rabia y dije esto no se queda así conseguí una patrulla y me fui por el tipo que me había agredido, cuando llegue  el vándalo se sentía bendecido porque según él era intocable, los policías procedieron a su detención y cuando estaba en la patrulla, se dieron cuenta que era uno de los líderes de los malosos de la zona y me comentaron de viva voz los patrulleros al unísono, señor mejor déjelo libre porque si no va a tener represalias, yo no accedí a su petición y me dirigí a hacer la denuncia, previo a la entrada a la delegación de policía los patrulleros me rogaron que no lo metiera porque había salido recientemente del reclusorio y como policías de barrio tendrían que volver a pasar por la zona y seguramente a ellos les iban a hacer daño, cosa que no me importo y le dije métanlo, y antes le aclare que era yo quien lo remitiría y así salvaguardar de alguna forma a los oficiales de la patrulla, “para mi suerte”, la que estaba de ministerio publico era una de mis alumnas de jurídico, y digo para mi suerte, porque ella también me insto a dejarlo libre porque era un mafioso connotado y también ella temía represalias, sin embargo yo no desistí y por fin lo metieron, ya en los separos llegaron dos abogados para defender al ahora recluso argumentando sus derechos humanos, y el papá y la mamá del individuo que entre llantos me pedían que lo dejara ir y cancelara mi acusación, pero no se les pudo ayudar y se quedó adentro, mi alumna dejo abierto el expediente por cualquier cosa y ahí termino al parecer mi trágica experiencia, porque a la semana un par de  muchachos me asaltaron a las puestas de mi hogar, habiendo salido de un banco al haber retirado dinero del mismo, y también los agarramos pero…

Aquí viene la infausta labor de proteger y servir de las personas que se dedican a ello, y no me refiero solo a los policías y ministerios públicos como fue en este caso que les relato, pues la escalada y alcances de la delincuencia organizada ha llegado también a la política, como recientemente ha aparecido en las noticias con los asesinatos y secuestros de candidatos en la pasada elección; ahora para su comprensión de la situación, quiero dejarles a ustedes esta reflexión que se basa en lo siguiente:

Si usted estuviera en un cargo público o fuera miembro de las fuerzas armadas, policía o algo similar y la delincuencia organizada le propusiera en: una primera instancia aceptar dinero, para hacerse de la vista gorda, y dejarlos actuar o en su defecto: le propusiera dañar su integridad o la de su familia en caso de no aceptarlo, que en muchos casos porque según el caso amenazar su vida ¿usted qué haría?… ciertamente la crítica es buena, pero quienes tienen la problemática en sus manos la tienen muy difícil, por ello digo que se necesitan acciones y no palabras y como se dice en la corrupción, hay se lo dejo a su criterio, porque yo solo lo que hice fue alborotar el avispero para ustedes, reflexiónenlo.