• Las primeras semanas después del nacimiento del bebé, son las más importantes para el cuidado de la madre y así poder evitar complicaciones

El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) invita a la población femenina a conocer el proceso después del parto, y con ello evitar presentar complicaciones los primeros días de estar en casa y durante las seis semanas posteriores al nacimiento del bebé, cuando el cuerpo de la mujer regresa a la normalidad, periodo al que se le conoce puerperio.

 Después del parto las mujeres pueden presentar cólicos, ya que la matriz está regresando a su tamaño normal, además podrían registrar fluidos por la vagina parecidos a sangre, llamados loquios, los cuales son normal e irán desapareciendo con el pasar de los días; si las secreciones continúan por un periodo mayor a seis u ocho semanas se debe acudir a un chequeo médico.

En algunos casos, las féminas en esta etapa se sienten débiles y angustiadas, es una forma leve de depresión. Este tipo de melancolía posparto se caracteriza por excesos de llanto y tristeza; sin embargo no llega a tener suficiente intensidad como para requerir tratamiento farmacológico, pero si este estado de ánimo persiste por más de seis u ocho semanas es importante solicitar apoyo de especialistas; ya que en algunos casos se requiere únicamente de acompañamiento o seguimiento psicológico.

Si se presenta sangrado vaginal abundante, fiebre, escalofríos, dolor extremo en la cadera o en la parte baja del abdomen; es de vital importancia acudir al hospital para una evaluación y un diagnóstico oportuno.

Los médicos también recomiendan evitar salir de casa, mantenerse en reposo, no recibir visitas sobre todo durante las primeras semanas de vida del recién nacido. Evitar subir escaleras y levantar peso hasta que su médico se los autorice; la alimentación debe ser saludable y rica en proteínas (carnes, pescados, leche), frutas y verduras, prescindiendo de comidas picantes, con especias, vinagres y grasas. De preferencia utilizar ropa interior transpirable (algodón);  programar  una ducha diaria con jabón neutro y evitar la automedicación.