• Desvelarse o presentar insomnio afecta las neuronas, lo que puede ocasionar repercusiones en el funcionamiento orgánico
  • Cuando una persona no duerme en forma adecuada puede alterar su metabolismo y disminuir su estado de alerta

El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) exhorta a la población a fortalecer correctos hábitos  para dormir; ya que acciones como el desvelarse, presentar insomnio y no recibir tratamiento ante trastornos del sueño,  pueden llegar a repercutir en la salud física y mental.

Dormir pocas horas afecta al hipocampo, una región del cerebro asociada con la memoria y el aprendizaje. Esto se debe a que durante el sueño se reponen los neurotransmisores cerebrales, por lo que el insomnio genera una pérdida de conectividad entre las neuronas presentes en esta área del cerebro.

Adicionalmente, cuando las personas se desvelan pueden llegar a presentar alteraciones como fatiga, dolores de cabeza, disminución en la habilidad para procesar la glucosa, aumento de peso, temblores, envejecimiento precoz, afectaciones al sistema inmunitario, ansiedad, irritabilidad o depresión, lo que también podría afectar en su desempeño diario.

Los daños ocasionados por este desgaste se pueden presentar a cualquier edad y pueden manifestarse a largo plazo, ya que las horas de sueño  que se pierden nunca se recuperan, indicaron especialistas del Seguro Social.

Por otro lado, el tener un sueño reparador ayuda entre otras cosas a mantener el equilibrio orgánico y la lucidez mental. Por lo tanto, para evitar las complicaciones señaladas anteriormente y mantener un descanso reparador, se sugiere que las personas adultas deben dormir entre 7 y 9 horas, las personas de la tercera edad 8 y 10 horas; los menores en edad escolar deben dormir entre 9 y 11 horas; en el caso de los niños de tres a cinco años de edad pueden dormir de 10 a 13 horas; sin embargo, lo importante es que al levantarse la persona sienta que logró descansar.

Cabe señalar que las horas de sueño están determinadas de acuerdo con la edad y la exigencia que demandan las actividades diarias de cada persona.

En el caso de las siestas, estas pueden ayudar siempre y cuando no duren más de 30 minutos.

Para poder tener un sueño reparador es recomendable apagar la  luz; de igual forma, se aconseja comer dos horas antes de acostarse y evitar usar aparatos electrónicos antes de dormir.