Colaboración: LCC Fernando Coronado Tamayo.

A CUATRO AÑOS DEL SUCESO HA SIDO UNA HERMOSA ENSEÑANZA

 Justo hoy e cumplen  cuatro años luego de que un servidor haya experimentado un infarto cerebral, evento cerebro vascular (ICTUS) o más comúnmente conocido como: “derrame cerebral”  por ser hemorrágico como he platicado en otras ocasiones, no sean que su amigo no ha dado vuelta a la página el evento está analizado, aceptado y en gran medida sanado, sin embargo seria  deshonesto no reconocer que fue el evento más significativo en mi vida y lo que la ha  sellado con un antes y un después no es romanticismo es una realidad viví 31 años previos al derrame cerebral de una manera y un día, ese día: “boomm el cuerpo, mi cuerpo se cansó, falló; no soy un cínico es evidente que fui muy irresponsable y todo el descuido, mis excesos y falta de amor a mi templo mayor;  mi cuerpo, esa mañana del 23 de enero del 2017, luego de un baño de agua fría  decidió pasarme factura y el colapso comenzó lo demás fue todo muy rápido, luces y sonido de ambulancia, los rostros, de mis hermanos y padres, muy cerca del mío, con caras muy preocupadas, era obvio que todo estaba mal.

  Yo estaba preocupado pues tenía trabajo y era mi deber llegar atender una conferencia de prensa de mi entonces empleo, la ruta fue diferente me fui de urgencia a un hospital ese lunes la semana comenzaba con un terrible sabor a lunes, en el primer hospital no pude quedarme pues en mi familia no contábamos con la posibilidad económica de cubrir los gastos que un problema de esa magnitud generarían, por situaciones el momento y de la vida misma  me trasladaron al Hospital Regional de Alta especialidad  de la Península de Yucatán (HRAEPY), dónde gracias al profesionalismo y calidad en los servicios además de las manos salvadoras del conocimiento del Dr. Eduardo Cabañas Corona, su equipo  y muchas oraciones de familiares y amistades hoy sigo vivo, GRACIAS, GRACIAS, GRACIAS.

Sonaría extraño leer que algo tan trágico puede tener aspectos positivos, podría parecer extraño sin embargo este camino complicado, por qué  no fue solo ese día  el derrame me paralizó la mitad de mi cuerpo dejando secuelas permanentes, de las cuales continúo recuperándome al día de hoy, obvio cambió mi vida laboral, social y en general cambió mi vida, no conocía la vida desde una visión y perspectiva diferente había saboteado tantas alegrías sin darme cuenta de lo que poseía hasta que comencé a realizar esfuerzos extraordinarios por recuperar no todo, sino lo posible,  de hecho hay una canción del paisano Sintek que dice algo  parecido: “de lo perdido lo recuperado”, pero no perdí nada  al contrario cada día he aprendido mucho y he conocido personas maravillosas por eso catálogo este evento como una hermosa enseñanza, hoy continúo en el camino a una recuperación integral  con una visión muy distinta de la vida, también por decisión y convicción he roto trato con los excesos y aspectos tóxicos o que no me aportan nada positivo ese proceso ha incluido personas,lugares,empleo etc.

Todas las personas que a  cuatro años del fatídico evento sólo puedo estar agradecido con mis familiares amigos compañeros de trabajo, profesionales de la salud, mis padrinos y madrinas y todas las personas que han hecho de este tiempo un periodo de aprendizaje maravilloso….