2020, AUNQUE NOS DUELAS, SERÁS INOLVIDABLE.

Colaboración: L.C.C. Fernando Coronado Tamayo

 

Me encontraba un poco indeciso entre escribir esta columna o no, puesto que aún faltan unos días para terminar el año, pero siendo un proyecto nuevo este espacio creo que merece la pena   no guardarnos algunos pensamientos que este año controvertido, atípico y por demás extraño nos has dejado.

Cómo muchos saben soy un  orgulloso sobreviviente de un derrame cerebral, por lo que desde aquel momento mi manera de ver la vida es muy diferente, soy una persona muy agradecida con cada amanecer y aspectos muy insignificantes a  los que no le di valor hasta después que me hicieron falta al adquirir una discapacidad motriz como secuela del derrame cerebral, este antecedente lo doy porqué en algún punto talvez la lectura se torne espiritual, universal, realmente creo en la ley universal de la atracción, creo en un ser superior que ha ayudado a salir adelante, creo en mi y creo en todo lo que me pueda ser de beneficio en mi recuperación y rehabilitación porqué soy ya un testigo de la fe que obra.

Pero hoy no venimos a platicar de eso hoy hablemos de este año pandémico y de diversas crisis, que nos puso contra la pared en muchos aspectos,  a algunas personas nos enseñó a otras nos ubicó o nos hizo llorar otras, perdieron seres queridos, vendieron propiedades, cerraron negocios, cambiaron de sueños, desfalcaron ahorros y otras muchas cosas materiales, pero entonces por mucho que queramos enterrar, hundir, esconder o borrar el 2020, este nos dolerá un tiempo, talvez mucho y será mejor recordarlo como un aprendizaje, un recordatorio sabio.

No sé si se aprovechó o no este tiempo porqué ha sido basto y prolongado, no importa si lo invertiste o lo mal utilizaste, ya no es tiempo de ver eso, es tiempo de reflexionar, en a quien pudiste ayudar sin necesidad de esperar algo a cambio, ¿quién te tendió una mano? Consumimos productos de calidad hechos por amigos o familiares, esto generó una nueva dinámica económica local apoyándonos unos a otros claro está que no podemos comprar a todos pero podíamos recomendarlos compartir en redes sociales, este tiempo también nos unió y solidarizó como sociedad, una sociedad cada día más dividida por el egoísmo ideológico, la discriminación y la intolerancia, entonces a veces también estas pausas y sacudidas son necesarias para estas  grandes reflexiones, de repente nos acordamos de aquella tía que hace años no visitamos y ahora era importante saber si alguien le llevaba comida, saber si nuestros vecinos la pasaban bien o mal, en el caso de Yucatán también nos azotó un calendario climático de miedo como ningún año anterior, con frentes fríos y tormentas, que nos inundaron y complicaron aún más la situación.

Y  cada caso dado parecía  esfuerzo no premiado pues retrocedíamos dos pero la población y hay que apuntarlo por qué es lo justo de un buen manejo de situación por parte de los niveles de gobierno estatal y municipal  han sabido sacar a flote la  una situación que se veía negra, y  estamos cerca de terminar un año complicado para iniciar uno dónde la factura no promete ser menos grave, entonces tenemos que aplicar la sabia lección de la experiencia ser cuidadosos y respetuosos del conocimiento no tentar a la suerte, las autoridades han hecho su parte, pero nos toca cómo sociedad dar  una muestra de civilidad y agradecimiento con la experiencia para una recuperación más activa y veloz.

Es difícil festejar sin abrazos y algarabía no lo dudo pero no hay mejor festejo que el agradecer su salud, estando en casa, con su familia nuclear permitiendo que la dicha del nacimiento del  niño Dios ilumine   su hogar y familia, piense en lo que  realmente pudo perder en 2020 y talvez será inolvidable porqué es de las personas ganadoras entre tanta tragedia, agradezco su lectura  le deseo muy felices fiestas y le invito a que me acompañe para que juntos continuemos #DerramandoLaTinta en 2021.